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Por La Boca Muere El Pez

 

domingo, enero 13
 

 
MILENIO
Javier Armentia

Publicado el lunes 14 de enero de 2002 en Diario de Noticias

HISTERIAS

Son tiempos difíciles, en los que un tío que fuma, conduce su coche, vive en una ciudad, tiene una dieta probablemente inadecuada y practica menos ejercicio del que debiera (aspectos que lo hacen candidato a enfermedades y muertes bastante horribles con una probabilidad adecuadamente estimada por la ciencia) está histérico perdido porque cerca del colegio de sus niños hay unas antenas. Los políticos, que tampoco llevan una vida en absoluto sana, están con los histéricos, provocando más confusión aún. Presuntos expertos que salen de debajo de las piedras están haciendo buenas a las compañías de telecomunicaciones (y eso que uno siempre ha sospechado de los oligopolios de demasiado poder). Todo el mundo baila al son del cáncer radioeléctrico, una amenaza tan imaginaria como efectiva.

Efectiva porque se da por probado todo lo que se ignora. Ahora cualquier listillo es un experto en leucemias y linfomas infantiles, y todos miran a los tejados aterrados por la presencia de antenas asesinas. Es curiosa, pero sobre todo es triste, la manera en que nuestra sociedad da pábulo a estas leyendas urbanas, cómo todo esto se está transformando en una guerra declarada contra la razón y contra el conocimiento científico. ¿Adónde nos llevará esta histeria? Mucho me temo que a ningún sitio bueno: cuando los histéricos -en vez de reconocer su enfermedad- confabulan, se crea una herida profunda en eso que llamamos tejido social. Y entonces, los oscurantistas de siempre comienzan a preparar sus hogueras...


Un Comentario Adicional
Evidentemente las 29 líneas de una columna no dan para todo, acaso solamente para echar un poco los demonios que uno acumula dentro. Y uno va acumulando mucho sapo horrible con esto que está sucediendo en torno a las antenas. Posiblemente no es nada nuevo, ese temor a todo lo que suene a "radiación" está demasiado implantado desde la primera bomba nuclear de Hiroshima, y después de Chernobyl... en fin. Que sí, que cualquiera debería poder entender que entre una bomba atómica y una antena de telefonía hay una gran distancia. Que las "radiaciones" no son simplemente letales, que nosotros radiamos ondas electromagnéticas porque estamos a casi 310 K, que la luz del Sol es radiación (altamente peligrosa, a veces...).

Nada de nada, me temo que la batalla está casi perdida y sólo nos queda el derecho al pataleo. Ayer domingo, en El Correo, Josep Catalá pataleaba sobre el tema, con más espacio y con más argumentos. Copio porque merece la pena:
(el original lo teneis en El Correo Digital)


El ‘caso Valladolid’
JOSEP CATALÀ

Esto de las antenas vallisoletanas se está poniendo chungo. Tanto, que, sin más preámbulo, lanzo un ruego: urge que, inmediatamente, la Administración central articule unos cursos para desasnar tecnológicamente a honorables estamentos del poder público. Los primeros en acudir a tales aulas deberían ser el actual defensor del Pueblo y bastantes jueces y fiscales; luego, diversos expertos -así se autotitulan- de entidades presuntamente científicas. Posteriormente, varias decenas de maestros, y para el final, y aunque sin ninguna esperanza, algunos miles de políticos de la Administración local.

La primera beca para tales estudios la acaba de ganar don Enrique Múgica, responsable en último término del comunicado de prensa hecho público por la Oficina del Defensor del Pueblo, cargo que está desempeñando. Por aquello de confundir el culo con las témporas, el señor defensor mezcla a placer toda suerte de emisiones radioeléctricas con la telefonía móvil, que, ya puestos, de poco vale distinguir entre churras y merinas. Por su parte, el director del colegio situado en la cercanía -relativa- de las antenas del número 5 de la calle López Gómez de Valladolid, oposita a premio Nobel de Fisiología y Medicina al rebautizar a la leucemia linfoblástica aguda como «cáncer de sangre» y al linfoma de Hodgkin como «cáncer de pulmón», según se recoge en el informe oficial correspondiente.

Otros candidatos inmejorablemente situados para alcanzar las becas de pulido físico son bastantes jueces y fiscales. Entre estos últimos destaca, por méritos propios, el de Medio Ambiente de Catalunya. Para regocijo de empresas contaminantes y otros especímenes de mal hacer, que aquél gane un pleito contra estos perillanes es tan extraordinario que a punto han estado las campanas de la catedral de Barcelona de voltear para la ocasión.

Y ahora en Valladolid, como antes fue en Murcia y en Bilbao, algunos jueces están arañando los primeros lugares de la cura alfabetizadora propuesta. Sin duda, el lector tendrá cumplida información -es un decir- de que, en aquella ciudad que tuvo el dudoso privilegio de ver nacer al señor José María Aznar, cuatro niños de un colegio público han contraído cáncer (leucemia o linfoma) a causa -insisten los padres de los chavales, y los jueces no les desmienten- de las radiaciones de un grupo de antenas «de telefonía móvil». Si en Murcia ya hubo jolgorio entre los expertos -que los hay en España, y muy buenos- cuando el juez de turno dictó sentencia sobre un transformador de corriente eléctrica ciudadana, indicando que es un derecho no conculcable el que una familia no reciba en su domicilio ondas electromagnéticas, la apoteosis de la histeria de risa está llegado ahora de Valladolid. Si la cosa no fuera tan grave, que lo es.

Si la decisión del juez murciano vino a consagrar que a ningún ciudadano se le debe molestar con «las ondas electromagnéticas», es decir, que se les debe privar de la radio, la televisión, e incluso de la propia luz visible, la del juez bilbaíno supuso -y pido excusas por no citar palabras textuales, pero no tengo la sentencia a mano- algo así como pasarse por la entrepierna los sesudos y complejos articulados físico-matemáticos de los históricos del electromagnetismo, desde Oersted a Biot y Savart; desde Faraday a Maxwell. Nada es tan fácil como mear fuera del tiesto debido al desconocimiento que se tiene de un tema.

A ver si somos serios: la leucemia linfoblástica aguda, o un linfoma en su caso, es un cáncer que estadísticamente se espera que afecte a unos 6 niños por cada 100.000 en el plazo de un año concreto. En el colegio García Quintana se han diagnosticado cuatro, en un total de 455 alumnos, o 796 personas-tiempo, si se quiere utilizar terminología estadística. En otras palabras: a pesar de que no existe ningún postulado probabilístico ni estadístico que niegue la posibilidad de esa concentración de casos en el tiempo y en el espacio, la probabilidad de que ello ocurra es francamente remota. Por tanto, no resulta descabellado pensar en la existencia, actual o pasada, de un agente carcinogénico en la zona del García Quintana. Pero, sin ninguna duda, ese criminal no son las antenas de los alrededores.

Desde luego, hay muchas razones para afirmarlo tan rotundamente, pero baste con una: la primera de esas antenas entró en funcionamiento en noviembre de 2000. En diciembre de ese mismo año -o sea, un mes después- se diagnosticaba ya el primer caso de cáncer infantil, una leucemia. Ni san Albert Einstein, en su búsqueda de la unificación universal de las cuatro fuerzas de la materia, es capaz de producir un cáncer en tan poco tiempo. Años se tarda en desarrollar una enfermedad de ese tipo. El segundo caso de cáncer, un linfoma de Hodgkin, apareció en febrero de 2001, tres meses después de iniciar operaciones la primera y, hasta marzo del mismo año, única antena. Más de lo mismo… Y hacia finales del pasado año sobrevinieron dos casos más de leucemia. Lo dicho: o se trata de los cánceres más rápidos y sobrenaturales de la historia de la Humanidad, o hay que buscar las causas en otros lugares distintos de las azoteas.

Por favor, señores defensores, jueces y magistrados, fiscales, maestros y alcaldes y concejales: sean prudentes y asesórense bien. A pesar de algunos espectáculos protagonizados por colegas suyos en los últimos tiempos, la ciudadanía insiste en seguir confiando en ustedes. Recuerden que la Física -las ecuaciones de Maxwell, para el caso- no admite opiniones. Dos más dos son cuatro, en base cinco o superior, tanto para Bush como para Bin Laden. En Electromagnetismo, como en el resto de las ciencias, el espíritu apenas cuenta; pero la letra, sí.

Dejen el colegio cerrado, que es lo mejor para comenzar a investigar de verdad. Déjenlo cerrado, aunque en realidad debería cerrarse todo el barrio para dar con la razón última. Algo imposible, claro, porque visto el alto nivel de raciocinio que parece detectarse en algunos sectores de Valladolid, eso podría suponer el inicio de la revolución. Por cierto, un detalle que, por lo que parece, poquísimos han considerado: en la azotea de las proximidades del colegio vallisoletano no hay absolutamente ni una antena de telefonía móvil, sino que todas son de radioenlace, sistema LMDS. Es decir, que además de su bajísima potencia, ni por asomo pueden irradiar hacia el suelo. Qué detalle, ¿verdad?


Pues eso. (Bueno, Catalá olvida que Aznar no nació en Valladolid, pero casi como que no es para tanto esa errata...).
Hace un tiempo, casi un año, el 23 de enero de 2001, publiqué en la sección que elaboro en El Correo (el suplemento cultural Territorios que se incluye los miércoles) un artículo sobre los teléfonos, antenas y demás. Copio el artículo aquí. Posiblemente algunos aspectos deberían ser actualizados. Pero, creo, en lo general, lo que se comentaba en el artículo se mantiene:


TELÉFONOS MÓVILES: ¿NOS FRÍEN EL CEREBRO?
(Javier Armentia, El Correo)

Cada día cerca de veinte millones de personas utiliza en nuestro país un terminal de telefonía móvil. Estos aparatos emiten y reciben ondas de radio, en frecuencias entre 800 y 1900 MHz, la zona del espectro electromagnético que solemos denominar “microondas”. Estas ondas se reciben y transmiten mediante una red de antenas que ha cambiado la fisionomía del país, tanto en el campo como en las ciudades. ¿Es todo esto seguro? En los últimos años, los medios de comunicación han ido dando a conocer resultados de estudios que hablaban de la relación de la exposición a las radiofrecuencias de los móviles con diversas enfermedades, mientras que otros estudios afirmaban lo contrario.

A mediados de 1992, se presentó en Florida (EEUU) la primera denuncia ante un tribunal por este tema: la muerte por un cáncer cerebral de una mujer, se decía en la acusación, había sido provocada por el uso de un teléfono móvil. Aunque tres años después el caso quedó sorbreseído por falta de pruebas científicas que avalaran la afirmación, la popularidad del proceso despertó la preocupación por la inocuidad del sistema de comunicación personal que más rápido incremento ha tenido en la historia de la humanidad. Precisamente, el poco tiempo que se llevan usando estos terminales y su popularización hace difícil la realización de estudios epidemiológicos que busquen la conexión entre el uso del móvil y, por ejemplo, el tumor cerebral. En promedio, una de cada 100.000 personas desarrolla un tumor cerebral; muchos de ellos serán usuarios de telefonía celular, pero ¿existe una conexión? Por otro lado, el desarrollo de un tumor de este tipo lleva normalmente varios años, por lo que podría suceder que aún el efecto no se haya notado. Lo cierto es que las diferentes investigaciones epidemiológicas realizadas hasta la fecha no indican conexión alguna entre ambas cosas. Uno de los estudios más conocidos, llevado a cabo por el Centro Médico de Örebro, en Suecia, y dirigido por Lennart Hardell no encontró relación alguna significativa. Sin embargo, la noticia llegó al público sesgada: parecía haber una mayor incidencia de tumores en el mismo lado de la cabeza en la que se usa el teléfono, lo que podría tener que ver con la cercanía de la antena al cerebro. Un resultado, sin embargo, que no era significativo estadísticamente. Recientemente, se ha presentado en la revista JAMA (Journal of American Medical Association) un estudio de la Fundación de la Salud Norteamericana y de veinte centros de investigación oncológica que ha monitorizado a 891 personas que usan el móvil habitualmente entre 1994 y 1998, concluyéndose que no hay conexión entre el uso y el cáncer cerebral. Actualmente existen unos doscientos proyectos de este tipo en desarrollo, y quizá en el futuro se pueda dilucidar si hay algún factor de riesgo.

Porque de lo que nadie duda es de que las radiofrecuencias pueden afectar al organismo. Las ondas electromagnéticas pueden tener diferentes efectos en un ser humano, como se ha venido estudiando y demostrando desde mediados del siglo XX. Las ondas de radio, incluyendo las de frecuencias similares a la de la telefonía móvil tienen la característica de ser absorbidas por el cuerpo: más las de menor frecuencia, las que corresponden a los teléfonos móviles analógicos tipo “moviline” y a la primera generación de telefonía digital GSM. El efecto es térmico, es decir, estas ondas producen resonancias de las moléculas que entran en vibración, lo que se traduce como calor. Son las mucho más altas frecuencias de ondas electromagnéticas como los rayos X o gamma las responsables de efectos no térmicos, al ser capaces de separar los electrones de los átomos (se llaman por lo tanto radiaciones ionizantes) y pueden alterar el material genético (por ello se suele hablar de genotoxicidad).

Sin embargo, en las radiofrecuencias de emisiones de radio, televisión o telefonía, los efectos biológicos térmicos aparecen cuando hay una exposición elevada: los estudios realizados (normalmente con animales de laboratorio) muestran que esta exposición ha de ser mayor de un equivalente a 4 watios por kilogramo. Por esta razón, los diferentes organismos internacionales y nacionales que dictaminan la protección contra las radiaciones han venido empleando una cifra para fijar los máximos permitidos menor, de 1,6 W/kg. Ese límite nunca se alcanza en la práctica en el caso de las antenas, que se instalan sobre torres que aseguran una distancia mínima adecuada o sobre azoteas en las cuales se limita el acceso a menos de 6 metros. Aunque se ha dicho que los vecinos de un inmueble en el que hay antenas estarían sometidos a un riesgo adicional, los niveles de exposición de quienes viven en la última planta, justo bajo las antenas, son como mucho cien veces menores que los límites recomendados. Son los operarios de mantenimiento de las mismas, que se acercan a menos de 6 metros en la horizontal de estas antenas quienes podrían sufrir exposiciones nocivas, pero las medidas de seguridad establecidas exigen que en esos casos la antena se desconecte antes.

Otro caso es el de los terminales, de los teléfonos que nos llevamos a la oreja, porque localmente, la cercanía de la antena hace que las emisiones se acerquen bastante a los límites establecidos. Una antena puede llegar a emitir 600 milivatios (las de la telefonía analógica), aunque los GSM se mantienen dentro de los 125 mW. ¿Qué podría suceder entonces? En esencia, las radiofrecuencias serían capaces de calentar el tejido cercano. Pero el riesgo es muy difícil de evaluar: la posición del teléfono va cambiando continuamente, el tiempo de conversación varía mucho, cada persona lo usa de manera diferente... todo ello hace casi imposible medir realmente la exposición recibida. Aunque se han presentado estudios que muestran algunos efectos (por ejemplo, alteraciones en ciertas capacidades cognitivas, como la capacidad de resolver ciertos tests) la evidencia no es concluyente: John E. Moulder, catedrático de Oncología de la Radiación en el Colegio Médico de Wisconsin (EEUU), una de las autoridades mundiales en el tema, comentaba recientemente que, a pesar de que los resultados epidemiológicos son inconsistentes con un incremento del cáncer cerebral por el uso de los móviles, y aunque no hay estudios que muestren claramente efectos genotóxicos, todavía no se puede concluir sobre la inocuidad de los mismos. Falta evidencia científica: estudios replicados y con los controles adecuados. “Cualquiera que sea el resultado que se obtenga de los estudios en curso", escribía Moulder junto con Kenneth Foster, oncólogo, el pasado mes de agosto en la revista Spectrum (publicada por la IEEE, el organismo responsable de los estándares en electricidad en los EEUU), “el debate sobre los efectos sobre la salud de los móviles continuará. Los móviles se unen a otras formas de tecnología eléctrica como los radares policiales, los monitores de ordenador o las líneas de alta tensión, que desatan el miedo del público debido a los campos electromagnéticos”. Una vez más, el factor de pánico ante las tecnologías que se desconocen podría estar operando.


LOS RIESGOS CIERTOS DE LOS MÓVILES
Independientemente de las radiofrecuencias, lo que queda fuera de toda duda es que el uso del teléfono móvil propicia la siniestralidad en la conducción. Un estudio inglés realizado por un grupo de expertos independiente, dirigido por Sir William Stewart concluyó en su informe de mayo de 2000, a partir del análisis de numerosos estudios que no sólo es peligroso usar el teléfono con la mano (práctica penada por la ley), sino que incluso usando un “manos libres”, la capacidad de respuesta del conductor se ve claramente limitada, incrementándose el riesgo de accidente.

Por otro lado, los efectos de las emisiones de los móviles en otros aparatos electrónicos quedan también fuera de toda duda: la prohibición de su uso en los aviones o en los hospitales no es simplemente una norma de lo políticamente correcto, sino que tiene que ver con alteraciones en sistemas que, en casos como los mencionados, pueden tener consecuencias potencialmente muy peligrosas.


Otro pues eso. A las barricadas... que me parece que defender aquí el principio de racionalidad va a ser bien jodido.








colocado: domingo, enero 13, 2002
 

 



jueves, enero 10
 

 
Atención: Llega La Anual Invasión De Sorprendentes Descubrimientos Astronómicos

Entre el 6 y el 10 de enero se han reunido en Washington, DC (EEUU talmente) miles de personas convocadas por la Reunión (la número 199... ojo al año que viene que hacen 200) de la Sociedad Astronómica Estadounidense. (El programa lo teneis en 199 AAS Meeting). Cada año, por estas fechas, todos los astrónomos americanos, sus instituciones, universidades, institutos y demás, se ponen como locos a presentar lo bueno que son, cuántas cosas hacen y qué sorprendente es el mundo de la Astronomía.

¡Qué leches! Estupendo que lo hagan... Además, así avanza la ciencia.

El problema son los daños colaterales que provoca esta reunión: literalmente cientos de notas de prensa son lanzadas por los autores, sus instituciones; además están los cientos de periodistas acreditados que cubren el evento... Todo ello genera mucha información, que pasa a menudo en forma de despacho de agencia sin digerirse bien (o degradándose de manera alarmante) y luego pasa lo que pasa: esas notas van llegando por todo el mundo, incluso a este lejano rincón de la Galaxia tan cañí, y de resultas, a lo largo de estas semanas parece como si a todos los periódicos, y demás medios de comunicación, les hubiera entrado una fiebre por el mundo de lo que tenemos más allá de nuestra atmósfera.

Ni tanto ni tan calvo, porque -como es lógico- lo que sucede es que a veces se convierte en notición algo completamente superfluo, pero que tuvo la suerte de entrar en la redacción del medio en cuestión en el momento adecuado dando con el periodista adecuado... Cada año, así, tenemos sorprendentes noticias de agujeros negros en medio de no se sabe qué galaxias, anillos protoestelares a tutiplén, nuevos exoplanetas (incluyendo como suele pasar alguna imagen de uno que suele finalizar siendo una enana marrón o algo más grande...), canibalismos varios, nuevas teorías para viejos problemas...

Uno, que tiene siempre que andar buceando por los servicios de noticias para encontrar temas para los espacios sobre Astronomía, se encuentra en estas fechas completamente sobresaturado: ¡¡¡si es que hasta sobran las noticias!!! Y piensa que ya podría ser algo menos excesivo, pero más largo, que todo el año esta cosa de estudiar el cosmos despertara más interés.

En fin, pasará esta semana, y nos relajaremos un poco. Aunque este año, ya veremos lo que nos espera para mayo, con la chochi-conjunción de planetas visibles en el cielo. Ya iremos hablando de eso...

j.a.




colocado: jueves, enero 10, 2002
 

 



 
Esta Semana En La Astronomía En Radio 5

Este espacio se emite en Radio 5 Todo Noticias, RNE, de lunes a viernes a las 22:21 CET

Jueves 10: el asteroide 2001 YB5 y los impactos catastróficos
(la noticia de que el día 7 de enero, a eso de las 8:30 pasó a sólo unos 830.000 km de nosotros un asteroide, que se había descubierto a comienzos de diciembre, ha llegado, cómo no, a los medios de comunicación... o sea, que mejor contar las cosas con calma.)

Viernes 11: el descubrimiento del primer asteroide el 1 de enero de 1801
(un poco de historia, la de Giuseppe Piazzi y su trabajo en el Observatorio de Palermo, que creó... el 1 de enero de 1801, cuando realizaba mediciones de estrellas zodiacales para un catálogo estelar, se encontró con una que no estaba en la lista de LaCaille... Lo más sorprendente fue que a la noche siguiente estaba en otro sitio...)

Lunes 14: Óptica adaptativa en el telescopio Keck II
(el pasado 23 de diciembre comenzó a funcionar un sistema por el que este telescopio "crea" una estrella artificial, usando un laser que excita átomos de Sodio a 95 km de altura sobre la superficie, un punto de unos 3 metros de diámetro que alcanza magnitud 9,5 y asegura que el sistema de óptica adaptativa disponga siempre, en el campo, de una estrella para analizar el frente de ondas, es decir, el estado de la turbulenta atmósfera encima...)

Martes 15: Más sobre óptica adaptativa
(un espejo con varios cientos de actuadores mecánicos, que consiguen cambiar la forma de su superficie más de 500 veces por segundo, y que mide 15 cm de diámetro aproximadamente, consigue corregir gran parte de las turbulencias de nuestra atmósfera. El sistema no es ni sencillo ni barato, pero merece la pena: con estas técnicas, los telescopios terrestres mejoran su capacidad de resolución)

Miércoles 16: La primera generación de estrellas que tuvo el Universo
(un análisis teórico de lo que "el ojo no ve", es decir, de lo que nos podemos estar perdiendo cuando miramos muy lejos con el Telescopio Espacial Hubble -lo que se hizo con el llamado Deep Field, el Campo Profundo en 1995 y 1999, propone que la tasa de formación de estrellas fue altísima en momentos muy jóvenes del Universo, unos pocos cientos de millones de años, cuando se formaban las primeras galaxias: esas estrellas, masivas, de vida corta, emiten gran parte de su luz en el UV y por eso no se ven en las imágenes del HST)

j.a.




colocado: jueves, enero 10, 2002
 

 



 
La Madre de Todos Los Mensajes En Cadena

(para cortar y pegar, en caso de que uno se harte de recibir chorradas en cadena, este texto tan jocoso llegado por la red...)

Saludos....
Me ha llegado este mensaje, que a partir de ahora creo que
enviaré a todo aquel que me haga llegar mensajes semejantes pero que van
de serios. No servirá para acabar con el spamming ni las tan
acostumbradas tomaduras de pelo tipo gatos embotellados u Oreja de Van
Gogh, pero el punto soez y vulgar sirve como respuesta primaria situada
aproximadamente a su misma altura.

jejee


Hola, mi nombre es Carlos, de L'Hospitalé y sufro una extraña y mortal enfermedad, miedo a ser secuestrado y ejecutado por electrocución
anal, y sentimiento de culpabilidad por no reenviar 50 putos millones de cartas en cadena enviadas a mi por personas que se creen que si las reenvías, esa pobre niñita de 6 años de Arkansas, con una teta en su nuca, será capaz de reunir suficiente dinero para operarse antes de que los cabrones de sus padres la vendan al circo ruso ambulante. ¿Realmente creéis que si reenviais un e-mail, Bill Gates os dará 1000 dólares? ¿Sois tan tontos? ¡Oh! Espera, esta es otra... si lees mas abajo, y haces un deseo, ¡¡VENDRÁN TODAS LAS MODELOS DE LA REVISTA PLAYBOY Y
ME LA CHUPARÁN!! ¡¡Que montón de mierda... !!

Básicamente este e-mail es un ¡QUÉ TE JODAN! a todos aquellos que no tenéis nada mejor que hacer que enviarme estúpidos e-mails en cadena. Quizás los enanitos de la Carta En Cadena Maldita entrarán en mi habitación y me sodomizarán mientras duermo por no continuar aquella carta que empezó Jesucristo en el siglo V A.C, y que me fue enviada por obra y gracia de los peregrinos del Camino de Santiago, y si llega al año 2000, entraré en el libro Guiness de Récords por ser la persona más subnormal del mundo.

¡¡QUÉ LES JODAN!! Si vais a reenviarme algo, por favor, ¡qué sea gracioso! he visto millones de "envía esto a tus 50 mejores amigos en 6 minutos y aquel niño francés, por arte de magia, será curado". Mostrad un poco de inteligencia, y pensad a que estáis contribuyendo cuando >enviáis esta mierda. ¡Sí! Os estáis ganando el ser impopulares, demostrando que sabéis tocar los cojones mejor que nadie.


Los 4 tipos de CARTAS EN CADENA

**********************
CARTA EN CADENA TIPO 1
**********************

(eliminados los saltos de línea...)

> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
(lee mas abajo)
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
¡¡¡Pide UN DESEO!!!
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
No, ¡¡pide uno de verdad!!
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
¡¡Se REALISTA!!
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
Esa chica nunca te pillará en el gimnasio y te follará...
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
¡¡DESEA OTRA COSA!!
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
¡¡Eso NO pervertido!!
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
¡Qué!, ¿Te has cansado ya de darle a la flechita?
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
¡¡PARA!!
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
Que divertido, ¿no?
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
Espero que hayas pedido un buen deseo...
> > > > > > > > > > > > > > > > > > > >
Ahora, para hacerte sentir culpable, esto es lo que haré. Si no envías esto a 4,532.134 personas en los próximos 5 segundos, una cabra loca te violará y serás catapultado a un pozo de mierda.
¡¡ES VERDAD!!
Esta carta no es como las otras... ¡¡ESTA ES REAL!!
Así funciona:
- Envía esto a 1 persona: le tocaras los huevos a 1 persona.
- Envía esto a 2-5 personas: le tocarás los huevos a 2-5 personas.
- Envía esto a 5-10 personas: le tocarás los huevos a 5-10 personas, que quizás hagan un plan para matarte.
- Envía esto a 25-50 personas: le tocarás los huevos a 5-10 personas, que irán a tu casa y la quemarán.
¡¡Gracias!! ¡¡Buena Suerte!!


**********************
CARTA EN CADENA TIPO 2
**********************

Hola, y gracias por ler esto. Hay un pobre niñito en Baklaliviatatlagloshitstan que no tiene piernas, ni brazos, ni padres ni cabras. La vida de este niño puede ser salvada porque cada vez que envíes este e-mail, un dólar será donado a la FUNDACIÓN "Niñito de Baklaliviatatlagloshitstan sin piernas ni brazos ni padres ni cabras".
¡Ah! Recuerda que no tenemos ninguna forma de contar los e-mails enviados, o sea que esto es un montón de mierda.
¡Hala! Envía esto a 5 personas en 47 segundos.
¡Ah! Si te equivocas y le envías esto a 4 personas, morirás instantáneamente.


**********************
CARTA EN CADENA TIPO 3
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¡Hola!
Esta carta lleva en circulación desde el año 1876. (Esto es imposible porque en esa época no había e-mail, y tampoco tanto capullo aburrido sin nada mejor que hacer). Así funciona: envía esto a 132.423 personas en 7 minutos o algo horrible te pasará. ¡¡Es cierto!! Si no, observa:

Historia Verídica #1: Miranda Pinsley estaba de vuelta a casa del colegio un Sábado(¿?). Ella había ignorado esta carta. Se tropezó con una grieta de la calzada, cayó en las cloacas, fue absorbida por unas tuberías hasta una balsa de mierda, y luego fue propulsada desde una >catarata de 138 metros. Aparte de apestar a mierda, murió. ¡¡Esto te podría pasar a ti!!

Historia verídica #2: Dexter Bip, un paleto de 13 años, recibió esta carta y la ignoró. Ese mismo día, fue atropellado por un coche, al igual que su novio ( Si, algunos empiezan tan jóvenes). Ambos murieron y fueron enviados al infierno, donde les mandaron comer ranas podridas hasta el final de la eternidad. ¡¡Esto también te podría pasar a ti!!

Recuerda, ¡¡podrías acabar como estos chicos!!
Simplemente envía esta carta a todos tus contactos perdedores y todo seguirá bien.


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CARTA EN CADENA TIPO 4
**********************

Hola, he escrito un poema. Envíalo a tus amigos:

Amigo es aquel que siempre esta a tu lado.
Amigo es aquel q te quiere aunque apestes a mierda y te huela el aliento a comida de perro.
Amigo es aquel que te admira aunque seas tan feo como un saco lleno de ojetes.
Amigo es aquel que te limpia el vómito.
Amigo es aquel que se pasa las noches escuchándote llorar y quejarte sobre tu mierda de vida.
Amigo es aquel que pretende ser como tu,
aunque realmente creas que debes ser abducido por chimpancés locos,
y luego ser tirado a perros rabiosos.

Amigo es aquel que te limpia el Water,
te aspira la moqueta y recoge la mierda de tu cuarto,
y luego a final de mes recoge su cheque y se va, y no habla bien el Español.
(Mierda, esa es la chica d la limpieza)

Un amigo no te envía e-mails en cadena porque quiere ser rico.
Ahora reenvía esto, o nunca mas volverás a practicar sexo.

********************************************
Vale, la moraleja es: Si recibes una carta que amenaza a tu vida, o que pretende dejarte sin suerte para el resto de tu vida, bórrala. Si hace gracia como esta, reenvíala. No mosquees a la gente, haciéndoles sentir culpables de un pobre leproso de Botswana sin dientes, que ha pasado los últimos 27 años atado a un elefante muerto, y cuya única salvación son los 5 centavos que recibirá si reenvías este e-mail, o sino acabarás como la niña de las cloacas.

¡¡¡AHORA REENVIA ESTO A TODOS TUS CONTACTOS!!!
Así se escriba, así se cumpla.




colocado: jueves, enero 10, 2002
 

 



 
Primer Restyling

Poco a poco me voy enterando de cómo funcionan estos cuadernos de bitácora... Hoy he colocado un artículo de hace unos meses sobre los fenómenos paranormales, pero sobre todo, he estado perdiendo un ratillo cambiando la apariencia de todo esto. Espero que el cambio permita una lectura más cómoda y ordenada. Según me vaya enterando de más cosas, sobre todo copiando de otros diarios realmente interesantes que estoy viendo por aquí (como Pasando el Iron de Herbasco, o La Biblioteca de Babel de Daurmith, o el Cuaderno de Bitácora de rvr.

En fin, poco a poco... que no es cosa de acelerarse.

j.a.




colocado: jueves, enero 10, 2002
 

 



 
¿FENÓMENOS PARANORMALES?
Javier Armentia

(publicado en EL CORREO -Territorios- el 6 de junio de 2001)

Varios cientos de personas se encontraban el 7 de diciembre de 2000 contemplando una imagen de un elefante proyectada a tamaño gigante en la pared exterior del Museo de lo Desconocido de Londres (Reino Unido). Se les había solicitado que se concentraran para emitir esa imagen de manera que pudiera ser recibida por diez personas que dicen ser “sensibles” a ese tipo de pensamientos. Estas personas se encontraban en las condiciones utilizadas usualmente por los experimentadores en poderes sorprendentes de la mente humana: se bloquean sus sentidos, principalmente la vista y el oído, porque parece ser que esto ayuda a recibir las presuntas ondas mentales. Se hicieron varias pruebas con varias imágenes diferentes, con la intención de disponer de datos con los que hacer estadísticas.

El resultado fue negativo: los receptores no pudieron encontrar la foto transmitida por los emisores más allá de lo esperable al azar. Como eran cuatro las fotos que se les presentaban, cabía pensar que iban a elegir bien una de cada cuatro veces. Y así sucedió. Los resultados mejores de alguno de ellos entraban, en cualquier caso, dentro de lo esperable, sin necesidad de invocar un poder paranormal. No era la primera vez que se hacía un ensayo de este tipo a gran escala: hace treinta años en varios conciertos del grupo californiano ‘Grateful Dead’ se intentó enviar datos con la sola ayuda de la mente. Con idéntico resultado negativo.

Sin embargo, mucha gente sigue creyendo en que la mente es capaz de recibir o emitir “algo” que no va por los sentidos convencionales. Desde hace más de siglo y medio, la investigación psíquica ha intentado analizar, medir y demostrar la existencia de esos poderes paranormales, pero sin éxito. Desde los años 30, la parapsicología ha intentado establecerse como un estudio científico de estos sorprendentes poderes, pero realmente no lo ha conseguido. Por mucho que uno quiera creer que existen, los datos apuntan a lo contrario.

El responsable del experimento londinense era Richard Wiseman, psicólogo e ilusionista, miembro disidente de la entidad de investigación paranormal más antigua del mundo: la británica Sociedad para la Investigación Psíquica, creada en 1882 por una serie de universitarios de Cambridge que intentaba analizar esos fenómenos paranormales. Wiseman es escéptico, como otras personas que se han ido dedicando a la investigación parapsicológica para descubrir que cuando los mecanismos de control de un experimento impiden la aparición de causas espurias, la mente no demuestra más poderes que los que todos conocemos.

El propio ámbito de definición de lo que es “paranormal” es confuso: todo aquello que aparezca como ajeno a lo normal puede entrar en esta especie de cajón de sastre. Históricamente, la investigación psíquica comenzó para dar cuenta de las sesiones que ‘médiums’ por todo Europa y Estados Unidos realizaban para comunicar, supuestamente, con espíritus desencarnados. También estaba de moda el ‘mesmerismo’: la hipnosis y fenómenos presuntamente relacionados con un magnetismo sobrenatural. A lo largo del tiempo, y a pesar de que numerosos y renombrados científicos llegaron a creerse estos temas, esos poderes no aparecían demostrados más que para quienes ya creían en ellos. Y esto ha sido una constante en las investigaciones posteriores.

En la Universidad de Duke (Durham, Carolina del Norte, EEUU), en los años 30, se instaura un nuevo tipo de investigación paranormal, más experimentalista, que tiene también su eco en el Reino Unido, y en la que se intentan analizar los poderes de la mente de manera, aparentemente, más científica. Aparentemente porque análisis posteriores de experimentos llevados a cabo en Duke por el matrimonio Rhine y su equipo han confirmado que los controles experimentales permitían cuando menos errores importantes, y en algunas ocasiones, claros fraudes intencionados. Esta parece haber sido una constante de la investigación parapsicológica, algo que quedó patente en el llamado “proyecto Alfa” llevado a cabo por James Randi, un ilusionista que introdujo, ocultamente, dos aprendices de mago como sujetos de una investigación realizada con cuantiosos fondos de la herencia de James McDonnell. Los responsables del laboratorio, físicos y psicólogos muy respetados en el mundo de la investigación parapsicológica, fueron incapaces de descubrir que esos presuntos psíquicos, que obtenían las mejores puntuaciones en todas las pruebas, realmente estaban engañándoles. Y eso que tenían la orden de, si eran preguntados, confesar la verdad. Nadie hizo esa pregunta, ni nadie pensó que un ser humano puede engañar fácilmente a un investigador sesgado.

En cualquier caso, la falta de pruebas convincentes, repetibles por observadores independientes, o los numerosos casos de fraude, tan populares como el ilusionista israelí Uri Geller que tanto éxito cosechó en la televisión, no impide que quienes buscan los poderes de la mente sigan haciéndolo. Sea la comunicación entre mentes (telepatía), la capacidad de ver a distancia (clarividencia), o la capacidad de predecir acontecimientos futuros (precognición), los tres poderes paranormales que suelen considerarse básicos, junto a la capacidad de actuar mentalmente sobre las cosas por métodos no convencionales (psicocinesis), en los fenómenos paranormales cabe todo. Pero, siglo y medio después de aquellas hermanas Fox que convocaban a los espíritus inmateriales, seguimos sin una sola prueba libre de crítica.


PARAPSICOLOGÍA ‘A LA ESPAÑOLA’
Los fenómenos paranormales más genuinamente españoles siguen siendo parte de la historia negra del franquismo: las caras de Bélmez de la Moraleda (Jaén). Desde 1971, el mito y una compleja red de intereses ha permitido que aún hoy este pequeño pueblo siga siendo visitado por quienes buscan encontrar la prueba de los poderes de la mente, aunque sea en unas manchas en el cemento.

En nuestro país también ha sido especialmente notable el interés de quienes dicen investigar lo paranormal por fenómenos como las llamadas ‘psicofonías’, aparentemente voces que se graban en un cassette sin micrófono. El montaje publicitario de las voces del Palacio de Linares, en Madrid, fruto del interés de promoción de unas cuantas personas, y la ingenuidad o el miedo de vigilantes nocturnos ante los ruidos que se filtraban de un cercano túnel ferroviario muestran, en cualquier caso, lo escasamente científico de las investigaciones. Recientemente, un grupo de alumnos de la Universidad de Granada se ha embarcado en una investigación que perpetúa esta moda, ahora llamada ‘transcomunicación instrumental’ , y que permite recibir no sólo voces sino incluso imágenes de video provenientes de no se sabe bien quién o dónde. La Sociedad de Investigaciones Biofísicas es una muestra más de cómo normalmente estos investigadores parten de donde se debería llegar: convencidos de los resultados, acaban consiguiendo demostrárselos... a ellos mismos.




colocado: jueves, enero 10, 2002
 

 



miércoles, enero 9
 

 
Milenio
Lunes 7 de enero de 2002

(Milenio es una columna semanal que aparece en la contraportada del Diario de Noticias, que ejecuta Javier Armentia)

ESTAMOS A TIEMPO

Bueno, ya hemos sobrevivido a otras navidades (a las que alegremente nos da por sumar el cambio de año y lo de los reyes, creando así tres semanas de verdadera locura). Ahora es, creo yo, el momento de intentar enmendarnos, que tenemos todavía todo el año para tomar una serie de medidas que eviten lo que siempre nos pasa. Por ejemplo, y en primer lugar, vamos a comprometernos a no hacer de esta época una en la que nos veamos todos obligados a los buenos deseos y promesas que no vamos a cumplir. Sabemos lo poco que funcionan y el consuelo o la autocomplacencia es de lo más bochornoso.

Por encima de todo, recordemos que en estas fechas no siempre uno puede estar alegre, por mucho que sea deseable: está comprobado que durante estas semanas hay el mismo número de muertos, guerras, enfermos, accidentes, robos o de cualquier otra cosa horrible que el resto del año. Para colmo, quienes sufren estos días cualquier contratiempo, lo sufren doblemente, con todo el mundo alrededor pretendiendo vivir en un mundo bastante feliz.

Respecto a lo de hacer de estas fechas el momento de reunión y banquete obligado con los seres queridos, otro tanto: mejor distribuirlos a lo largo del año, con una meteorología menos adversa, sin temporadas altas en los vuelos, sin descaradas subidas de precios en los alimentos. Un regalo inesperado, un día cualquiera, hace tanta o más emoción que lo que ayer nos trajeron los reyes magos.

Disminuir un poco el altísimo grado de hipocresía que conlleva la navidad sería deseable. ¿No es absurdo que todos nos engañemos estos días pretendiendo engañar a los demás, que por otro lado saben que engañamos tanto como ellos?




colocado: miércoles, enero 09, 2002
 

 



 
Al Final Del Tunel
Javier Armentia
(publicado en Territorios -El Correo- el 9 de enero de 2002)

La investigación médica y psicológica apunta a causas totalmente naturales como origen de las sensaciones de aquellas personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte

El pasado mes de diciembre, Debra, embarazada de unas pocas semanas, fue atropellada por un coche y, tras pasar por el hospital, ya en casa, tuvo una hemorragia en la que sintió que moría. En ese momento, entró “en una zona oscura, amplia, donde vi a mi suegro, muerto hace tres años. Al final de la zona oscura veía una montaña y detrás la más sorprendente y maravillosa luz que nunca había visto. Quería ir hacia la luz..” Sintió una enorme paz, una sensación de estar cerca de su Dios, pero volvió la mirada hacia atrás y de repente voló hacia su propio cuerpo, donde se vio rodeada por su familia y el personal de la ambulancia que la llevaría de nuevo al hospital. Su caso se recoge en una de las múltiples páginas web que la red ofrece para testimonios de este tipo (www.nderf.org)

Desde los años setenta se acuñó el término “experiencias cercanas a la muerte”, o NDE (las siglas en inglés), para dar cuenta de experiencias como la relatada, sentidas por personas que han pasado por sucesos cercanos a la muerte, o que creyeron que estaban a punto de morir. Popularizadas por médicos como Elizabeth Kübler-Ross o, sobre todo, por Raymond Moody, han generado toda una literatura en la que usualmente se asocian a la existencia de un más allá, a la separación entre el cuerpo físico y un supuesto cuerpo astral que sobrevive a la muerte. Algo que en ningún caso es una conclusión racional. Uno podría objetar, en el mismo sentido que, teniendo en cuenta que sólo una pequeña proporción de personas que sufren un trance en el que tienen la muerte muy próxima relatan haber tenido una NDE, cabría de hecho concluir lo contrario: de haber vida después de la muerte, ¿no debería casi todo el mundo pasar por esa experiencia?


Errores

La asociación de las NDE con lo paranormal o lo espiritual ha producido que, a menudo, este fenómeno haya sido tomado como algo poco serio por parte de la investigación médica, pero sobre todo, que haya sido tomado como bandera por quienes pretenden vender estos asuntos dentro de sus ideologías espíritas o de Nueva Era.

No hay una sola forma de vivir una NDE, aunque a menudo incorporan parámetros bastante similares: una sensación de bienestar, a menudo con concomitancias místicas; el encontrarse en un túnel al final del cual se ve una luz; experimentar algo similar a un repaso de todo lo vivido; sentirse flotar fuera del cuerpo, que a menudo se ve desde fuera, rodeado por las personas que están en la habitación... Los investigadores opinan que gran parte de esta fenomenología puede explicarse como resultado de la compleja química del sistema nervioso en situaciones extremas.

La psicóloga Susan Blackmore interpreta que sentirse dentro de un túnel oscuro con luz al final es un resultado de la manera en que el cerebro procesa la información visual en periodos en los que hay poco aporte de oxígeno al cerebro, y la función normal de las neuronas se va complicando. Esta anoxia favorece la aparición de mayor ruido neuronal, y la manera en que nuestro córtex cerebral procesa los datos sensoriales propicia esa visión. En muchas NDE aparece un sonido en forma de zumbido o ruido que vendría explicado por el mismo fenómeno en el sistema sensorial auditivo.

Igualmente, la sensación de bienestar vendría propiciada por la acción de neurotransmisores como las endorfinas, que se liberan en situaciones de estrés importante. El psiquiatra británico Karl Jansen, que ha publicado recientemente “Ketamine: Dreams and Realities” (2001), lleva años estudiando el efecto de la ketamina, un anestésico con conocidos efectos alucinógenos y disociativos, comprobando que usando esta sustancia se pueden reproducir NDE en las que se experimenta la sensación de estar fuera del cuerpo, se viaja por un túnel o se llega a hablar con Dios. Muchas de estas experiencias se producen en pacientes en unidades de cuidado intensivo hospitalario, donde reciben fármacos anestésicos que pueden generar sensaciones similares, posiblemente debido a la liberación del glutamato, un aminoácido que juega un papel muy importante como neurotransmisor en los procesos cognivitos radicados en el córtex cerebral: el pensamiento, la memoria y la percepción.

De esta manera, la investigación médica y psicológica apunta a causas perfectamente naturales como origen de las experiencias cercanas a la muerte. Sin embargo, en la arena de la investigación científica, no todo está resuelto. El 15 de diciembre pasado, la revista médica The Lancet publicaba un estudio del Dr. Pim van Lommel y colaboradores, cardiólogos del Hospital Rinjstate de Arnhem (Holanda), en el que se analizaban 344 casos de enfermos que habían sido reanimados tras sufrir ataques al corazón en diferentes hospitales holandeses. Un 18% de ellos informó de una NDE, siendo una fracción de ellas “experiencias profundas”. Comprobaron que se daban más en personas menores de 60 años, más intensas en mujeres que en hombres, y que ello no dependía de la duración del ataque cardiaco, ni del periodo que habían pasado inconscientes, ni de la administración de medicación, o del sentimiento declarado (posteriormente) de tener miedo a la muerte.

La conclusión, bastante sorprendente, de los autores, es que todo ello pone en duda la interpretación científica de las NDE, porque, como comentan “con una explicación puramente fisiológica como la anoxia cerebral para esta experiencia, la mayoría de los pacientes que estuvieron clínicamente muertos deberían haber informado de ella”. Según van Plim, experiencias como sentirse fuera del cuerpo fueron reportadas por personas en las que el electroencefalograma estaba completamente plano, indicando la ausencia de actividad cerebral. Sin embargo, en la misma publicación, el psicólogo de la Universidad de Londres Christopher French apunta a una explicación alternativa a los datos de van Plim: “Lo cierto es que nadie sabe si la NDE que los pacientes recordaban haber tenido realmente sucedió, ni en qué momento se dio”. Más probablemente, apunta, esas experiencias se dan en los momentos anteriores o posteriores a la parada cerebral. Y el fenómeno importante que se soslaya en el estudio es el carácter anecdótico de los testimonios: lo que una persona recuerda tras una situación de estrés máximo (como lo es un ataque al corazón) no puede ser tomado como una información correcta en los detalles. Una vez más, la memoria selectiva y las falsas memorias, mecanismos de existencia bien comprobada, están actuando. En el estudio de The Lancet no se consideraban estos parámetros, ni se comprobaba el conocimiento de estas personas sobre las NDEs, un factor que puede ser fundamental: culturalmente, todos “sabemos” que estas cosas pasan, nos han hablado del túnel y la luz, de las experiencias extracorpóreas, de toda la fenomenología implicada, y es posible que dentro de ese marco cultural, al informar de qué sucedió en ese momento tan cercano a la muerte, haya personas que acudan al estándar.

MÁS ALLÁ DE LA VIDA...
La popularidad de Raymond Moody y sus diversos libros sobre las NDE (el primero se titulaba “Vida después de la vida”, editado en nuestro país por EDAF, al igual que los títulos posteriores de la serie “Más sobre vida después de la vida”, “Reflexiones sobre vida después de la vida” o “Más allá la luz”) han convertido este fenómeno en materia muy querida por el mundo paranormal. De hecho, el propio Moody se presenta más como parapsicólogo que como médico, acudiendo a congresos de estas pseudociencias como uno de los actuales santones de la vida tras la muerte.

Se trata de un tema muy querido por las publicaciones pseudocientíficas, que rápidamente han acogido el artículo de The Lancet como una corroboración de sus creencias, obviando las críticas hechas desde la misma revista. De hecho, se encuentra que en este tipo de revistas, nunca se informa adecuadamente del hecho fundamental: la ciencia lleva años estudiando las NDE y gran parte de las afirmaciones de Moody quedan desmanteladas por el conocimiento de cómo funciona nuestro cerebro en situaciones traumáticas.




colocado: miércoles, enero 09, 2002
 

 



 
Hola Mundo

Por comenzar de algún modo.

No sé muy bien en qué me estoy metiendo, aunque la idea es ir colocando por aquí los artículos que publico en sitios como Diario de Noticias (una columna semanal de opinión) o El Correo (una página de "ciencia y futuro" en el suplemento cultural Territorios)... Y acaso otras tonterías que vaya lanzando por ahí. Eso sí, aseguro que todo será responsabilidad (o irresponsabilidad) propia. Especialmente los errores y las erratas, que me son tan queridos.

Me he dado cuenta al cabo de los años (bueno, gente como mi madre me lo venía diciendo desde hace mucho...) de que tengo cierta capacidad de concitar odios a mi alrededor. Sorprendente, porque pensaba (qué ingenuo) que era la persona más bella del mundo. Una vez caído del burro, vi una luz, en plan visión de Saulo, y he decidido que hay que seguir adelante. Con o sin burro.

Así que aquí está esto... que os sea leve.

j.a.

P.D.: El Diario de Noticias está en la red: www.noticiasdenavarra.com
Y también El Correo www.elcorreodigital.com

P.P.D.: la luz que vi era una farola de esas de globo, lanzando tontamente luz al cielo nocturno, cortesía de uno de los miles de ayuntamientos que deciden gastar dinero público en impedirnos ver las estrellas... nada demasiado místico.




colocado: miércoles, enero 09, 2002
 

 


 
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